‘El Lic’, experto en cárceles opera con el Chapo desde su primera fuga

El Licenciado, como le apodan a Dámaso López, fue jefe en la Policía Judicial de Sinaloa, agente del Ministerio Público y subdirector de Seguridad y Custodio del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, justo cuando Joaquín Guzmán Loera se hallaba interno.

Documentos judiciales de México y Estados Unidos muestran que uno de los lugartenientes de El Chapo es experto en penales de alta seguridad, por lo que pudo tener información privilegiada sobre sistemas de seguridad y vigilancia.

Dámaso fue uno de los funcionarios que comenzó con la venta de privilegios que relajaron la disciplina del penal de Puente Grande y que finalmente concluyeron en la fuga de Guzmán Loera.

El Licenciado era un conocedor del funcionamiento operativo y de corrupción del sistema penitenciario. El puesto de subdirector sólo estaba supeditado al del director del penal y formaba parte del órgano de gobierno.

Dámaso era parte del Consejo Técnico Interdisciplinario conformado por las máximas autoridades, donde se resolvía la autorización de incentivos para el interno, se emitían opiniones sobre lo que planteaba el director y se autorizaban las visitas a los reos.

Esta junta de gobierno debía clasificar a los internos en dormitorio, módulo, nivel y estancia, y reclasificarlos de acuerdo a su tratamiento.

Unos meses antes de la fuga de El Chapo en 2001, El Licenciado renunció a su cargo el 30 de septiembre del 2000 pero siguió visitando al capo para ajustar los últimos detalles de su salida, se lee en los documentos obtenidos. Una vez afuera, Dámaso se pasó de lleno al Cártel de Sinaloa, donde aprovechó la amistad del líder para escalar posiciones y convertirse en una pieza poderosa de la organización.

Fuente: El Universal