“Hoy” uno de los programas con mayor duración en la televisión mexicana, cambió de productora con la consigna de renovarse y ofrecer algo “nuevo” a su público. Carla Estrada, sí quien también ha producido telenovelas como “El privilegio de amar” o programas como “Los doctores”, aceptó el reto y tomó la batuta del proyecto.
Había mucha expectación sobre qué cambios realizaría la productora o qué conductores dejaría. El pasado 7 de enero, Televisa estrenó la nueva etapa del programa matutino con la “sorpresa” de que seguían tres de los conductores de la versión anterior: Andrea Legarreta, Raúl Araiza y Galilea Montijo. Sólo se adhirió al grupo, Héctor Sandarti, quien ya tenía tiempo de no aparecer en la pantalla chica.
Luego comenzaron a aparecer personajes como Juan José Origel, Claudia de Icaza, Gloria Aura, Jorge Ortiz de Pinedo, regresando a la que siempre ha sido una de sus mayores críticas: el exceso de personas a cuadro.
En diferentes medios de comunicación, y a escasos 8 días de haberse estrenado la emisión, comenzó a surgir el rumor de que el programa no estaba teniendo los índices de raiting esperados, incluso, se especuló que eran menores a los de la etapa pasada dirigida por Carmen Armendariz; que Carla Estrada dejaría la producción a Nino Canún Jr., también fue una posibilidad que se manejó.
Definitivamente, no es una cuestión de productores ni de elenco. El verdadero problema es que la fórmula está muy gastada. A pesar de que “Hoy” tiene un público cautivo (amas de casa), ya no es suficiente para remontar las cifras en la carrera por el raiting. El público evoluciona, cambia, pero parece que Televisa no se da cuenta. Sigue pensando que el público es el mismo de hace veinte años.
Esta nueva etapa no es mala. La señora Estrada hace muy bien su trabajo, no por nada es una de las productoras con mayor credibilidad y reconocimiento. Pero debería de centrarse en lo que sabe: hacer telenovelas. Lo que sí es “Hoy” es un producto muy aburrido, en donde parece que no se tiene idea de lo que se está haciendo.
“Renovarse o morir”, aunque para “Hoy” sólo debería de existir una de las alternativas: que se acabe.
Ignacio Vizuet