El origen del ‘trick or treat’, las 2 versiones sobre su nacimiento

La noche de Halloween los niños -y no tan niños- se disfrazan lo más terroríficamente que pueden y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta.

La tradición manda que estos pequeños monstruitos, después de llamar a la puerta, pronuncien la frase “¡truco o trato!”. Los adultos deben aceptar el trato dándoles caramelos, dinero o cualquier tipo de recompensa. Pero de no ser así, los chicos gastarán una broma más o menos pesada: el truco.

El origen de esta costumbre, trick or treat en inglés, no está del todo claro, pues existen dos versiones sobre su nacimiento.

La primera historia cuenta que se debe a la persecución de los protestantes contra los católicos en la Inglaterra del siglo XVI y XVII. Estas persecuciones llevaron a un grupo de católicos a idear un atentado contra el rey protestante James I y su Parlamento.

El plan se truncó cuando uno de los conspiradores, Guy Fawkes, fue detenido e interrogado bajo fuertes presiones. Finalmente, y antes de ser ejecutado, el joven habló y contó todo a sus verdugos traicionando a sus compañeros.

Este acontecimiento dio lugar al nacimiento de una fiesta de carácter burlesco. Los luteranos celebraban la fecha del descubrimiento de la traición juntándose en grupos y visitando los hogares católicos, protegiendo su identidad con máscaras lúgubres.

Los católicos, atemorizados, debían ceder a las exigencias por parte de los enmascarados, que solían consistir en recibir cerveza y pasteles. Este hecho pronto se hizo popular y se convirtió en tradición bajo el nombre de trick or treat (truco o trato).

La Leyenda de Jack O’Lantern

Por otro lado, circula otra leyenda popular que sitúa el origen del truco o trato en los poblados celtas. El 31 de octubre los espíritus eran libres de pasear por la tierra de los vivos, pero no sólo los de los difuntos y parientes más o menos cercanos, sino todo tipo de espectros. Entre éstos había uno especialmente temido que deambulaba por las aldeas, de casa en casa, pidiendo precisamente truco o trato. Este espíritu recibiría el nombre de Jack O’Lantern.

La leyenda cuenta que quien osase negarse a hacer pacto con él sufriría el truco, que consistiría en la maldición de la casa y sus habitantes unido a todo tipo de infortunios como enfermar a la familia y al ganado.

A los amedrentados habitantes se les ocurrió crear calabazas con formas temibles y horrendas para, así, ahuyentar al malvado espíritu. Con el tiempo, Jack O’Lantern, el nombre de este espectro, se asociaría a estas calabazas, que es como son conocidas hoy en Estados Unidos.

Fuente: Ecodiario