El Papa Francisco celebró una misa multitudinaria en el santuario de Jasna Gora, al norte de Cracovia, Polonia. Durante la celebración, la máxima autoridad de la iglesia católica resbaló y cayó al no percatarse de un escalón en el palco colgante montado en la parte posterior del templo, pero segundos después se reincorporó y continuó la liturgia.
El maestro de ceremonias pontificias, Guido Marini, lo socorrió para que se levantara.
La celebración recordaba el 1050 aniversario del bautismo cristiano de la nación polaca. Entre los asistentes, se encontraba el presidente polaco Andrzej Duda y la primera ministra Beata Szydlo.