Desde la Plaza de San Pedro, en una tarde lluviosa, dirigió sus oraciones a la humanidad que hoy enfrenta la pandemia del coronavirus COVID-19.
En el altar se colocó la imagen del Cristo traida de la iglesia de San Marcelo del Corzo, la misma que recorrió las calles en Roma cuando sucedió la peste de 1522.
“Por los enfermos del coronavirus COVID-19, por los ancianos que estás solos en esta cuarentena, por el personal sanitario de todo el mundo que ayuda a los enfermos, aún a expensas de su propia salud”, oro el Santo Padre.
“En esta barca estamos todos. Por qué tienes miedo, aún no tienes fe”.
Según la tradición teológica católica, la bendición “Urbi et Orbi” otorga la remisión por las penas de pecados ya perdonados.
El evento pudo seguirse en vivo desde el Vatican Media, así como desde las redes sociales del Vaticano.