El payaso “Clavito” es un hombre de 80 años, que llegó a la Ciudad de México hace 60 años cuando trabajaba en un circo. Fue una de las estrellas principales de uno de los programas más importantes en México. Sin embargo, después de un tiempo, lo perdió todo, pues fue embargado y le quitaron su casa, trofeos, dinero y lo dejaron en la calle.
“Quedarme en la calle no me gusta, luego viene gente y grita o está tomada y todas esas cosas”, confesó en un video que rápidamente se viralizó en redes.
A pesar de los obstáculos, el payaso es un ejemplo de vida, pues para él, lo más importante es poder sacarle una sonrisa a la gente, para que se olviden de sus problemas.
“La risa es medicinal, puede hacer que cualquier mal o enfermedad se olvide, si una persona está enferma y se ríe, se olvida de su enfermedad y hasta se cura”, comentó.
También le importa el aplauso de su público: “nosotros los artistas cuando nos aplauden, hasta se nos quita el hambre, porque el aplauso es la comida, el alimento del artista”.
Para ganar dinero, Clavito realiza varios trabajos como barrer las calles y hacer mandados.
“Al señor de la esquina le ayudo, le traigo su pan o lo que me pida para el servicio, y me regala un atolito o un tamalito”.