Murdoc es un Golden Retriever que fue abandonado por sus primeros dueños en un refugio para animales, y temiendo que esto volviera a suceder con su nueva familia, dejó de dormir.
Cuando sus nuevos dueños se dieron cuenta que el perrito se quedaba toda la noche vigilando la puerta de su cuarto, se preocuparon por él y acudieron al veterinario, quien les afirmó que no tenía nada malo, solo necesitaba dormir.
A pesar de sus esfuerzos por hacerlo dormir, instalándolo en una cómoda cama y acurrucándolo, Murdoc volvía a la puerta. Cuando volvieron al refugio encontraron la explicación: El primer dueño del perrito lo había dopado para trasladarlo y dejarlo allí.
Ahora, su nueva familia le colocó una cama junto a la suya para pudiera recobrar la confianza y descansar. Después de unos días el perrito volvió a cerrar los ojos y pudo dormir.
