El es Brinks un pitbull callejero que fue rescatado de las calles de Brooklyn por Jon y su perro, Demo.
Jon intentó, durante un mes, encontrar a los dueños de Brinks, sin embargo perdió la esperanza por lo que decidió adoptarlo y darle una nueva familia.
Desde ese momento, cuando Brinks tenía tan sólo 11 meses, el cachorro no paró de sonreír a su nueva vida. 12 años después, el feliz perro sigue sonriendo y demostrando que los pitbulls son animales muy amorosos.
La sonrisas de Brinks son compartidas a través de su cuenta de Instagram, y al parecer a los usuarios de la red les encanta ya que feliz rostro ha logrado reunir más de 21k seguidores.