Hace unos días, la Reina Isabel II canceló su participación en un evento por motivos de salud, y aunque se trató de algo pasajero, este hecho despertó el interés del Parlamento por ensayar el protocolo que debe seguirse cuando la matriarca fallezca.
En una reunión en Whitehall, se habló sobre lo que acontecerá en el “Castle Dove”, conocido así al primer día tras el fallecimiento de la reina. La “Operación London Bridge”, como se conoce a este protocolo real, abarca temas como cuánto tiempo deberán esperar para dar la triste noticia, cómo se manejará la información con los medios de comunicación y sobre el ascenso al trono del nuevo rey, que en este caso sería el príncipe Carlos, quien ascendería 3 meses después del día de la muerte de la reina.
Será el secretario personal de la reina quien le hable a la primer ministro para compartir el mensaje “London bridge is down”, inmediatamente después la noticia se compartirá a los países de la Commonwealth y a la agencia de noticias más importante de Reino Unido, Press Association.
Este plan también menciona que los restos de la reina permanecerán expuestos durante 5 días el el hall de la abadía de Westminster y el luto nacional será de 10 días. Definitivamente, un protocolo complejo que esperemos, falte mucho para su ejecución.