En un acto insólito en el que incluso sus colaboradores más cercanos dieron paso atrás, Fernando Yunes Márquez decide insultar a un pelotón de la Marina que circulaba por la zona de uno de sus mitines, para posteriormente armar un teatro completo en donde con un tono casi esquizofrénico comienza a vociferar una serie de ideas paranóicas de persecución y de delirios de grandeza.
Dentro de los varios insultos que les comunicó a los efectivos, quienes en todo momento guardaron compostura, y cuyo Capitán en todo momento les dio instrucciones de actuar con la máxima civilidad, se escucharon las siguientes frases:
“me vale m… que los mande Pancho Soberón (refiriéndose al Almirante Francisco Soberón, jefe supremo de la Marina Armada) o cualquier policía, aquí los Yunes mandamos y se van a la ch…”
“no se confundan en serio, aquí ni Peña puede venir a molestar”
Los habitantes de la colonia mostraban caras de angustia y preocupación y se preguntaban si el senador Fernando Yunes Marquez entendía que no eran policías, sino elementos de la Marina Armada. Los elementos eran pertenecientes a la Primera Región Naval, con sede en Tuxpan, Veracruz.
Los ánimos se calentaron y la situación alcanzó niveles de tensión extraordinarios cuando en un acto ríspido, el senador Fernando Yunes Márquez decide brincar a la caja del vehículo táctico que tripulaban los efectivos. Posteriormente obliga a sus operadores cercanos a sumarse. En dicho momento el Capitán del pelotón ordenó tajantemente a sus efectivos no reaccionar y dejar al junior seguir con su juego. Nadie entendía qué pasaba
Al final del extraño incidente, se despidió de los marinos con un “…y pa´ que sepan gueyes, la única marina que cuenta es la marina donde guardo mi pinche yate”.
Algunos correligionarios soltaron risas nerviosas mientras los efectivos guardaron su compostura castrense en todo momento.