El trabajo en las sociedades modernas ha delimitado los horarios y el consumo de alimentos, explicó la académica del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), Juana María Meléndez.
La doctora en Bioantropología y Salud agregó que la modernidad, a partir de la Revolución Industrial, generó una serie de cambios en la concepción del individuo y sus necesidades, que repercuten en los hábitos de consumo.
“Otra de las cosas que trajo consigo es que el trabajo delimita los ritmos de nuestras actividades. Antes, por ejemplo, los franceses tenían un horario establecido para la comida y con la modernidad cambió, ahora es el trabajo el que nos delimita cuándo, qué, dónde y con quién comer”, sostuvo.
Explicó que la modernidad ha modificado los hábitos a partir de la urbanización de la dieta o la proliferación de la comida rápida, el desconocimiento del origen de los víveres, y la tendencia a la homogenización del consumo de determinados productos.
La investigadora dijo que sus principales líneas de investigación evalúan el papel de los alimentos y su relación con los elementos culturales del medio, así como las características del desarrollo en relación con la alimentación.
