Faltan menos de 4 días para que los candidatos a la gubernatura del Estado de México finalicen sus campañas, pero todo mundo comenta quién será el próximo mandatario mexiquense. Lo dicen las encuestas, los analistas y la clase política. Bueno, salvo algunos que se resisten a lo que ya es prácticamente una realidad.
Nos referimos a Marcelo Ebrard quien a pesar de haber confirmado su presencia en la marcha gay de la ciudad de México prefirió darle una última ayudadita a su correligionario Alejandro Encinas en Valle de Chalco. El mandatario capitalino insistió en que el candidato de la coalición “Unidos podemos más” representa la “transformación” que se requiere para el Edomex, pese a que el electorado hoy por hoy piensa diferente.
Agregó que Encinas es un hombre cuya trayectoria política “no tiene un solo tache” lo que nos hace supone que el carnal Marcelo no lee las noticias pues no se ha enterado que el mismo Encinas Rodríguez reconoció con López-Dóriga que está pagando el costo político de haber encubierto al diputado Julio César Godoy Toscano o de haber permitido el plantón en Paseo de la Reforma en 2006.
Por su lado, en un acto de inocencia absoluta, el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano se atrevió a decir que Encinas “está metido en la competencia”. Y ahí es cuando los tuiteros responderían con los hashtags #ternurita o #cosi o #ayajaaa.
Zambrano, al igual que Ebrard, desconoce todos los estudios de opinión que indican lo contrario; es decir, que la derrota de Encinas es un hecho casi consumado. En el colmo de la ingenuidad, Zambrano dijo: “vamos a demostrar que vamos a ganar” porque la campaña de Encinas “ha venido de menos a más, creciendo vertiginosamente”. Bueno, ante tales declaraciones sólo nos queda por decir #sevalesoñar o en su defecto -literal, defecto- #mientocomoEncinas.
