En una comida con empresarios en Torreón, Coahuila, el presidente Felipe Calderón le pidió a la sociedad decir “¡Ya basta!”, pero a los enemigos “que asaltan, roban y envenenan a los jóvenes, no quienes los combaten”.
Esto sucedió una semana después de que la ciudadanía marchara en varias ciudades del país, exigiendo que se haga justicia para el hijo del escritor Javier Sicilia y los otros seis jóvenes encontrados muertos en Morelos. Marcharon bajo el grito de “Estamos hasta la madre” y demandaron a las autoridades proteger a la población civil de la violencia.
“Lo que afecta “a las familias mexicanas es la delincuencia, organizada o no, grande o pequeña, desde el que roba la bolsa a una señora, hasta el que secuestra a un empresario o el que mata un migrante”. Felipe Calderón Hinojosa.
La respuesta de Presidencia de la República a éstas movilizaciones fue escueta. Hasta hoy.
El discurso fue muy claro: la sociedad está externando su descontento en el lugar equivocado. Los ataques a “una u otra instancia de Gobierno o al Gobierno federal o a las Fuerzas Armadas” son meramente políticos, y por eso la ciudadanía no debe confundirse. Lo que tendrían que hacer es unirse al Gobierno Federal “contra quien es el verdadero enemigo, quien delinque y no quien combate a los que delinquen”.
Explicó también que la primera fase es atrapar y vencer a éstos criminales, y para eso “vamos a usar toda la fuerza del Estado”. La segunda es reconstruir instituciones de seguridad y justicia, y la tercera, trabajar en la reconstrucción de la sociedad.
No mencionó plazos para terminar la primera ni comenzar con ninguna de las otras dos.
Fuente: Agencia EFE
