David Alandete
“Mi verdadero nombre es Enrique Martin Morales, pero la gran mayoría de la gente me conoce como Ricky Martin“. Así comienza la autobiografía del cantante puertorriqueño, titulada “Yo”, que sale a la venta este martes. Si bien no es una joya literaria, en ella explora cómo ha sido la vida del único cantante latino abiertamente homosexual.
De su vida sentimental habla poco. Dice haber amado a dos mujeres y un hombre, y de ninguno da nombres. La primera de ellas, “alta, rubia e infinitamente elegante”, probablemente sea Rebeca de Alba, con quien ha sido visto en muchas ocasiones. La segunda, una actriz de teatro que estaba separada en el momento de su relación, pero que acabó regresando con su esposo.
Y, finalmente, su primer amor gay: un locutor de radio de Los Ángeles. “Él se iba a trabajar por las noches, y yo me quedaba en casa escuchando cómo me mandaba mensajes románticos a lo largo del programa”, cuenta el cantante. En ese momento, pensó dejarlo todo por amor, pero él no se lo permitió; le faltaba todavía convertirse en ídolo.
Después del éxito mundial, tuvo un momento de estancamiento en su carrera musical, y fue entonces cuando decidió preocuparse menos por la prensa. Hizo varios viajes a Asia, así como al interior de sí mismo. En 2008, decidió convertirse en papá, y en marzo pasado, a través de su página oficial y su Twitter, proclamó su homosexualidad. Muchos pensaron que fue una estrategia para volver a las portadas de revistas, pero en sus memorias deja claro que lo hizo para que sus hijos estuvieran orgullosos de él algún día.
Ricky Martin se presenta en el libro como un hombre atormentado por su sexualidad, que la pasó mal por ser diferente, y que temía ser él mismo. “En el mundo de la canción latina, se esperaba que yo me dejara seducir por muchas mujeres. Llegué a pasar por unos momentos bien oscuros de dolor, coraje y autorrechazo”, confiesa. En este sentido, sus memorias son refrescantes y sinceras. “Si con ellas puedo evitar un solo suicidio de jóvenes atormentados les habré dado a mis hijos una razón para que estén orgullosos de mí”.