Quien afirma que en 2014 no hay elecciones está muy equivocado, no hay elecciones locales ni federales, pero hay elecciones internas para las dirigencias tanto del PRD como del PAN.
Por primera vez en la historia de este país, los resultados inciden directamente no sólo en la vida política, también en el rumbo de las reformas, el trabajo legislativo y el Pacto por México, en resumen, en toda la agenda nacional.
Quien quede al frente de los dos partidos más importantes de oposición, definirá la relación con el Gobierno de la República y la orientación de los acuerdos o desacuerdos.
El Pacto por México atraviesa aguas turbulentas, lo que se constituyó como el escenario ideal para México, que permitió reformas consensadas como la educativa, financiera y de telecomunicaciones, llega debilitado tras la reciente aprobación de la reforma hacendaria y en víspera de la energética.
El escenario se torna sombrío, a pesar de que aún hay varias asignaturas pendientes, de los 95 compromisos originales, cualquiera diría que era de esperarse, la Reforma Hacendaria de sentido social afecta los intereses de los grupos empresariales que respaldan al PAN y las modificaciones a la Constitución que se plantean para que funcione la Reforma Energética lacera los ideales de la izquierda representada por el PRD.
Los grupos de poder al interior de ambos partidos, PAN y PRD, han iniciado una nueva ofensiva para presionar a sus dirigentes a dar por terminado el Pacto, sin embargo, esta presión va encaminada realmente a nutrir su cartera electoral interna.
Bajo los mismos argumentos, exceso de cercanía con el Gobierno y docilidad en su papel de oposición, se les olvida el precepto fundamental de toda democracia, las decisiones son de la mayoría.
El Gobierno Federal, encabezado por Peña Nieto, ha hecho todo lo que ha estado a su alcance para mantener el pacto, tanto en su relación con la oposición como con su partido, ya quien crea que al interior del PRI no existen voces exigiendo terminar con el acuerdo, también está muy equivocado.
No puedo creer que la política mexicana no alcance la madurez necesaria para gozar de la victoria y aprender de la derrota, el Pacto por México podrá no ser la panacea, pero ha jugado un papel fundamental que no se debe perder.
Hay muchos nombres, por un lado, Madero, Maderista, Cordero, Vazquez Mota, por el otro, Navarrete, Ebrard, Cárdenas, Sotelo, mi ferviente deseo es el mismo, suceda lo que suceda, gane quien gane en las Elecciones 2014 del PAN y del PRD, tengan en la mente que no tenemos muchas opciones para gobernar este país, en estricto sentido sólo hay una:
¡Dialogando, convenciendo y aprendiendo a perder!
Lic. Rafael Zaga @razagave
