Elige las 8 cualidades que buscas en una pareja

Hace unos días vi en un restaurante a una pareja de señores con el pelo blanco, tomados de la mano y viéndose con esas miradas que te abrazan más allá de la piel. ¡Yo quiero eso! No sé si se acaban de conocer, si son un amor eterno o cuál sea la historia, pero yo quiero llegar a esa edad y estar así de enamorada. ¿Cómo lograrlo? Desafortunadamente no tengo la fórmula secreta, pero creo que implica mucho trabajo, mucho Amor, y lo más importante: ¡Dejar de intentar vestir de azul a príncipes grises!

Platicando del tema con un amigo me dio la idea de que los solteros deberían escribir una lista con las 10 cualidades que les gustaría ver en sus parejas, una vez terminada, borrar dos porque nadie es perfecto y enfocarse en encontrar a alguien con dichas características; si desde el principio vez que la persona no cubre la mayoría de tus peticiones, lo mejor es no perder el tiempo pensando que algún día lo lograrás cambiar.

Creo que no basta con las emociones que te transmite, si te hace vibrar con un beso pero te es infiel, para mi ya no funcionó. Es como si eres parte de un equipo de futbol y llega el mejor jugador de hockey a tu juego, no importa lo bueno que sea en lo suyo, en tu equipo no funciona porque no cubre las características necesarias, así que… ¡EL QUE SIGUE! A buscar a un jugador que realmente haga ganar al equipo.

¿Cómo demonios elegir solamente ocho características habiendo tantas cualidades en los hombres? Más, cuando toda la vida has buscado a un príncipe azul, a ese personaje mítico que se originó en las románticas mentes de los escritores de cuentos de hadas y que evidentemente NO existe pero todos te han vendido como una posibilidad.

Lo primero, ser objetivas y encontrar un equilibrio, es cierto que en el pedir, esta el dar, por eso debemos saber lo que queremos y si la persona que llega no lo tiene, dejarla ir sin pretender que algún día se convertirá en el príncipe anhelado. Pero hay que pedir cosas normales, porque el príncipe de las novelas es una utopía tan absurda como los cuerpos photoshopeados de las modelos en portadas.

Es cierto que cada relación terminada nos hace acercarnos más a la utopía deseada, por eso entre más grandes somos, es más complicado que el amor funcione.

Ya conociste a príncipes verdes, rojos, amarillos y ahora quieres uno que sea tan honesto y trabajador como el primero, tan apasionado, romántico y divertido como el segundo, tan inteligente y maduro como el tercero y tan perfecto como el de tus sueños.

Nadie es perfecto, y la realidad es que todos estamos haciéndolo lo mejor que podemos, pero nos equivocamos, tiramos la toalla, la recogemos, volvemos a intentarlo, nos enojamos, nos desesperamos y no vemos con objetividad.

¿Esa persona tiene lo que buscas? OK, échale ganas y trabaja para que funcione. ¿Esa persona no tiene lo que buscas? Deja de idealizar que por ti va a ser quien tu quieres que sea, deja de creer que tu lo vas a cambiar y dale la oportunidad de que se vaya a donde si lo acepten como es.

Hay que abrir los ojos y dejar de pedirle peras al olmo, dejar de creer que tu amor lo va a cambiar, dejar de perder tu tiempo y sobre todo: ¡Dejar de querer vestir de azul a un príncipe gris! Porque así, no vivirán felices para siempre…

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