La felicidad y la nostalgia invadieron a Javier Hernández hasta llevarlo a las lágrimas, dejando al descubierto el lado más humano de la estrella del futbol mexicano.
Este jueves el Chicharito estuvo en Guadalajara acompañado de su padre, Javier, su madre Silvia, su hermana, novia y sus abuelos Tomás Balcázar y doña Lucha.
En el evento Hernández fue nombrado embajador turístico de Jalisco 2011 y aunque los discursos políticos abrieron la noche, el momento que marcó la velada fue la intervención del delantero de la Selección Nacional y del Manchester United, quien al agradecer por el nombramiento tuvo que interrumpir su discurso pues la voz se le entrecorto y no pudo seguir hablando, a lo que los presentes respondieron con aplausos y ovaciones para el nuevo ídolo mexicano.
“Es un momento muy importante en mi vida, muchas gracias por el reconocimiento en estos momentos, ahora es cuando le agradezco a Dios el jugar futbol y no dar charlas o algo así pues estoy muy nervioso y emocionado”.
Al terminó de su discurso, Hernández recibió una medalla honorífica como el tercer embajador de Jalisco, pues el primero fue Alejandro Fernández y posteriormente Lorena Ochoa.
Fuente: Récord.