Todos quisiéramos tener un jefe como el de la empresa Ergo Munich, ya que para celebrar y recompensar a sus vendedores por sus ingresos, decidió hacer una fiesta de sexo en donde todos estaban invitados.
La fiesta fue calificada como un burdel al aire libre, y afirman que después de cada encuentro sexual a las mujeres se les ponía un sello en el brazo para llevar la cuenta.
Según Yahoo News, la división de Ergo Munich organizó el evento en Baños Gellért en Budapest, Hungría en 2007.
Uno de los invitados a la fiesta dijo al periódico alemán Handelsblatt que alrededor de 100 miembros de la compañía habían sido invitados, y que tenían acceso a alrededor de 20 prostitutas.
Informes indican que el organizador de la fiesta ha sido despedido de la compañía, ya que había violado el código moral, y que los responsables ya no están asociados con la Ergo Munich.
Fuente: digitalspy
Foto: emol
