Empresas desenvainan sus ‘smartphones’ para dar la pelea

Las empresas han volteado la mirada a los nuevos aparatos del futuro, los smartphones, equipos que se han vuelto esenciales para los usuarios.

La llegada de los nuevos dispositivos de Nokia con el esperado sistema operativo de Windows es uno de los ejemplos más latentes en dicha competencia.

Nokia presentó el pasado 26 de octubre sus primeros equipos con el sistema Microsoft, apostando por dos nuevos modelos.

El más vanguardista de ellos, el Lumia 800, cuenta con acceso fácil a redes sociales como Facebook y reproducción de vídeo de alta definición, saldrá a la venta por unos 420 euros (584 dólares), mientras que el Lumia 710, más básico que el anterior, valdrá unos 270 euros.

A partir del 14 de octubre los consumidores de EU, Europa y Asia pudieron tener en sus manos el nuevo dispositivo de Apple, mientras que México a partir del 28 del mismo mes, lanzamiento que se acerca a la tan esperada época navideña.

Poco antes de la muerte de su líder, Steve Jobs, la empresa lanzó su renovado dispositivo, el cual rompió récord de ventas en EU y otras naciones del mundo, pese a la decepción de muchas personas que esperaban mayores cambios en el dispositivo.

Pero la batalla entre estos aparatos se ha incrementado sobre todo entre Samsung y Apple, pelea que no solo se enmarca en las ventas, sino en las patentes de las dos firmas que ha ocasionado bloqueos en Australia y algunas naciones de Europa.

De acuerdo a la firma de investigación Strategy Analytics, Samsung superó a Apple como el mayor fabricante mundial de teléfonos inteligentes en el período de julio a septiembre del 2011, con un salto de 44% en envíos. Por su parte, las ventas del iPhone de Apple se contrajeron 16% a 17.1 millones de unidades en el tercer trimestre.

Sony Ericsson dijo que se centrará por completo en el mercado en auge de los móviles avanzados para competir con sus rivales.

La empresa aseguró que cambiará toda su producción a “teléfonos avanzados” durante 2012, luego de informar de un retorno en sus ganancias.

Sin duda alguna lo mejor está por empezar y cada una de las compañías telefónicas tendrá que dar todo en el campo de batalla por sorprender a los usuarios que cada vez son más exigentes y más difíciles de sorprender.

Fuente: El Economista