En el baño, las escaleras o la casa de tus padres

No hay lugar que no se preste para una buena pelea y eso las mujeres lo tenemos muy claro.

A veces no hay una explicación lógica para llamar a las 3 de la mañana e un día laboral e indignarse porque el interlocutor no quiere tener una discusión en ese momento. Pero existen ocasiones donde todo está completamente justificado.  Aquí una lista de los peores momentos para empezar una plática importante.

Antes de que traigan la comida.
La atención y sobre todo la disposición de los hombres para lidiar con un tema importante mientras esperan sus platos en un restaurante es nula. El hambre no es buena consejera y es más fácil que pierdan la paciencia. Hay que esperar al postre.

De vacaciones
No hay nada más incómodo que pelearse fuera de su hábitat natural, porque no puedes irte a platicar con tus amigas u otras tácticas evasivas. Necesitas arreglar las cosas rápido y bien si no quieres que se arruine el viaje. Pero si llevan los problemas en la maleta con ustedes, piensen que regresando, se tienen que deshacer del sobrepeso.

Mientras ven una película
Esta tiene una justificación lógica ya que, mientras el otro ve la cinta, nosotras practicamos todo lo que queremos decir. Y lo soltamos antes de acabar, porque así puedes hacer pausas para preparar una respuesta o un distractor que haga menos incómodo el silencio post-pelea.

Empezando el concierto
A un amigo le pasó. La novia se peleó con él durante las primeras 3 canciones del show y se fue. Lo más fuerte es que era su grupo favorito y la primera vez que visitaban México después de 15 años de carrera. Lo bueno, fue que le sobró dinero para comprarse más cervezas.

Antes o durante el partido
Y en general, cualquier evento que represente una experiencia social que el susodicho lleve esperando por un tiempo. No puedes arruinarle algo que le da sentido de pertenencia porque te convertirás en el ogro de la relación.

Frente a más gente
Ya sea familiares, amigos, desconocidos o redes sociales, esto no se justifica. Los problemas se resuelven a solas; si necesita aprobación de alguien más para sostener sus puntos de vista, puede que no tenga claro qué quiere y estar con alguien así no es bueno.

¿Les digo un secreto? A veces lo hacemos con toda la malicia del mundo, justo para que los moleste más el tema.

Muchas gracias a todos los que participaron en la elaboración de esta columna y de quienes no revelaré los nombres ya que en estos casos, todo lo que digas puede ser usado en tu contra.