A raíz de que Italia fuera denominada como una región sede en Europa por la pandemia del COVID19, y luego de los miles de decesos que han ocurrido en ese país, las autoridades han dispuesto que nadie debe estar en la calle o lugares públicos alterando el orden social, o simplemente poniendo en riesgo la salud con solo hacer acto de presencia.
En estas medidas han sido muy estrictas y los castigos son ya severos. Las autoridades italianas cambiaron las multas de 210 euros a seis mil euros para quien esté libremente afuera, sin ninguna justificación que valide por qué no está en su casa, en cuarentena.
Así mismo, el gobierno también había establecido una pena de cárcel de tres meses pero la cambió a 12 años (de prisión) a toda persona que desacate las indicaciones de resguardo, protección y ponga en riesgo la salud y seguridad de otros. El incumplimiento de las normas de sanidad, distancia y aislamiento son ya consideradas delitos graves.
Las normas italianas contemplan sanciones más graves a quienes mientan e intenten escapar de la zona en cuarentena o desplazarse por el país, así como no informar a las autoridades que se está infectado y provocar contagios por medio de fuentes de agua, alimentos u otros enseres de consumo.
A nivel mundial nadie está de vacaciones y no se deben caer en momentos o situaciones de vulnerabilidad ya que no son días libres para reuniones, salir a pasear, viajar por placer, ir de compras o hacer fiestas. Son días de actividad pasiva en la que toda persona, por el bien propio y de los demás, se deben quedar en casa aislados hasta que las autoridades correspondientes de cada nación indiquen lo contrario.