Fotos: El Clarín
Como si un terremoto de 9 grados y un tsunami no fueran suficientes, el pueblo japonés se enfrenta ahora a otra amenaza: la temperatura ha bajado drásticamente, y ha comenzado a nevar, lo cual dificulta aún más las tareas de rescate.
En Miyagi y Fukushima, dos de las regiones más afectadas por las catástrofes naturales, se han registrado temperaturas de hasta 5 grados bajo cero. Esto aumenta el riesgo de hipotermia para los miles de damnificados, y de una gran cantidad de japoneses que aún no tienen electricidad ni calefacción.
El gobierno japonés anunció que ha movilizado a unos 10 mil elementos – además de los voluntarios extranjeros – pero que no son suficientes para el rescate de los 12 mil muertos y desaparecidos que, aproximadamente, dejó el terremoto.
Los forenses disponibles son tan pocos, que los policías locales están llevando a cabo la tarea de identificar los cuerpos, con solamente unas fotos y nombres que les proporcionaron los familiares. En algunas ocasiones esto no es suficiente, ya que algunos de los cuerpos están en muy mal estado.
Fuente: Agencia EFE