Poco romántica está resultando la luna de mile sudafricana de la Princesa Charlene Wittstock y de su recién estrenado esposo, Alberto II de Mónaco. Según publica el diario The Sun, la pareja no sólo duerme en camas separadas sino que incluso está hospedada en hoteles distintos, uno a 15 kilómetros del otro.
Uno se hubiera imaginado la luna de miel real como lo más romántico del mundo; pues resulta ser que es todo lo contrario, los recién casados duermen separados, en hoteles distintos.
La reservación en la suite con alberca del Oyster Box Hotel en Umhajanga Rocks al parecer solo la esta disfutando la ex nadadora, ya que el príncipe Alberto está hospedado en el hotel Hilton de la misma localidad.
No solo están durmiendo separados, también es una realidad que cuando le pidieron una foto a la pareja dándose un beso, Charlene volteó la cabeza y a Alberto no le quedó de otra que darle un frío beso en el cachete.
La luna de miel en Sudáfrica ha sido acortada por motivos de “negocios urgentes” que requieren la presencia de Alberto en Mónaco.
Es probable que los “urgentes negocios” tengan que ver con las pruebas de ADN a las que podrían obligar a someterse al príncipe, todo esto para resolver el problema del tercer hijo ilegítimo que se le ha atribuído en los últimos días.
Fuente: ABC