Las dirigencias nacionales, diputados y senadores del PRD, Movimiento Ciudadano y del PAN decidieron integrar una “Alianza Política y Legislativa” para enfrentar los seis años de gobierno de Enrique Peña Nieto, tal como lo hicieron en el Senado con relación a la Reforma Laboral, el PT en un acto de congruencia con su electorado se mantuvo al margen y descartan integrarse, incluso su coordinador en el Senado, Manuel Bartlett la calificó de absurda.
Esta decisión, amparada bajo el ridículo pretexto de evitar que en el próximo sexenio regresen el autoritarismo, la corrupción y las prácticas clientelares, forzosamente generará una dinámica distinta en el proceso legislativo, con el gran riesgo de que los cambios y reformas urgentes para México se queden estancadas.
A pesar de que están en su derecho y pudiera parecer una alianza llena de madurez política, por lo antagónico de sus ideologías, se ve como un acto de revanchismo de los grupos perdedores de la elección, para bloquear el sano ejercicio de la democracia y me surgen gran cantidad de cuestionamientos, como el por que no fueron juntos para la elección de gobernador en el Estado de México como se había planteado, o por que no declinó Josefina Vazquez Mota en favor de López Obrador cuando ya se sabía que no tenía nada que hacer, como se pondrán de acuerdo en temas espinosos como el de la Iglesia, aborto, relaciones homosexuales, PEMEX y la Reforma Energética, ¿realmente se podrán poner de acuerdo?
Los llamados votos útiles en las elecciones siempre han sido tanto en el caso de los perredistas y los panistas por el PRI, sorprendente y paradójico cambio, pero ¿cómo le van a hacer en la Cámara de Diputados, donde a pesar de que contaran con todos los votos del PT no alcanzan la mayoría?, pues intentarán cabildear con el PANAL y en ese menester aún mas antagónico para el PRD, honestamente no me imagino al Diputado Silvano Aureoles tratando de convencer a la Diputada Lucila Garfias, ambos coordinadores de sus respectivas bancadas.
Por otro lado, pero en el mismo orden de ideas, el martes pasado día de la inauguración de la línea 12 del Metro el Senador Alejandro Encinas escribió textualmente en su cuenta de Twitter:
“@M_Ebrard agradezco tu invitación inauguración línea 12 metro, no puedo acompañarte teniendo de por medio a Felipe Calderón. Felicidades”
Pero eso si, el miércoles se sentó a compartir la mesa y la perrier con el dirigente nacional del PAN Gustavo Madero, con el coordinador de los senadores Ernesto Cordero y con el coordinador de los diputados Alberto Villarreal, le bastaron 24 horas para cambiar de opinión? No, es la doble moral y el doble discurso que les ha caracterizado en los últimos tiempos.
Todo indica que los legisladores siguen sin entender que representan los intereses de los mexicanos, quienes les dieron su voto en un acto racional y que dudo que alguno de ellos se hubiera imaginado una alianza entre la derecha y la izquierda, de haber sido así, no hubieran votado por ellos.
Uno de los preceptos fascistas más arraigados es la frase de Maquiavelo que dice: “El fin justifica los medios” y es la única que me viene a la mente en este caso, de los panistas no me sorprende, pero en el caso de la izquierda es un golpe muy bajo para sus votantes, o ¿será el plan maquiavélico de López Obrador para adherir militantes a MORENA después de acusar a los dirigentes de la izquierda de traidores? Creo que ya nada nos sorprendería, o usted que opina?
Pero a todo esto, y México, ¿dónde queda?