En las últimas semanas de septiembre pasado se registró una fuga de capitales de México cercana a nueve mil millones de dólares, lo cual provocó la depreciación del peso frente al dólar, informó la investigadora Genoveva Roldán Dávila, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Señaló que si bien se muestra fortaleza en algunas variables económicas del país, como una tasa de inflación estable, un déficit mínimo y reservas internacionales en casi 130 mil millones de dólares, en cambio no crece la economía, los niveles de desempleo aumentan y se profundiza la dependencia de Estados Unidos en detrimento del mercado interno.
La investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México consideró que los inversionistas prefieren la solidez de monedas estableces, ante la inestabilidad mundial y pese a que México ofrece una tasa de interés benéfica.
Roldán Dávila planteó también que existen ciertos márgenes de protección en el escenario de una crisis mundial, ya que se puede disponer de recursos para evitar que el peso se devalúe, en aras de contener un proceso inflacionario muy alto, pero en contraparte se carece de mecanismos para afrontar la desaceleración estadunidense.
Hizo notar también que México se encuentra entre los países con los niveles más bajos en los pronósticos de crecimiento en América Latina este año.
La investigadora universitaria señaló además que en el país no existen políticas que protejan la economía nacional, promuevan relaciones comerciales con otros territorios en mejores condiciones y fortalezcan el mercado interno.
Fuente: Milenio
