El Departamento de Justicia de E.U. reconoció que se encontraron en once escenas de crímenes en Arizona y Texas decenas de armas usadas en la operación “Rápido y Furioso” para rastrear a narcotraficantes en México en 2009.
La revelación confirma “el peligro que supuso” la controvertida operación de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, en inglés), que pretendía rastrear las armas hasta sus destinatarios en México pero al final le perdió la pista a cerca de 2 mil de ellas.
El fracaso de la operación encubierta, en la que participaron además otras agencias del gobierno estadounidense, ha causado fricciones en las relaciones entre E.U. y México y es objeto de sendas investigaciones del Departamento de Justicia y del Congreso del país vecino del norte.
Aunque el Departamento de Justicia de E.U. no ha ofrecido detalles sobre cómo, dónde ni cuántas armas fueron halladas, el diario “LA Times” dijo que los crímenes ocurrieron en varias ciudades de Arizona, incluyendo Phoenix -desde donde ATF gestionó “Rápido y Furioso”- y en El Paso (Texas), donde las autoridades recuperaron 42 armas en dos sitios.
Citando una fuente anónima cercana a la investigación, el rotativo señaló que en enero de 2010, recién comenzada la operación de ATF, varias armas “aparecieron en escenas de crímenes en Phoenix, Nogales, Douglas y Glendale, en Arizona, y en El Paso“.
Fuente: Agencia EFE
