De acuerdo con un grupo de investigadores de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos, la lucha contra el cáncer de mama logra un gran avance, ya que se ha descubierto que al inhibir los nutrientes naturales se detiene la reproducción y desarrollo de las células cancerosas.
El estudio publicado en la revista especializada Oncogene identificó que son los nutrientes naturales los que alimentan el desarrollo de la enfermedad; y además, dicha investigación, encontró que existe un aminoácido clave que alimenta a muchas de las células tumorales llamado cistina.
La cistina se produce porque las células la utilizan para desarrollarse en otras partes del cuerpo. “Es un proceso conocido y aparece en las células de cáncer metastásico. Lo que encontramos ahora es que también hace que las células se vuelvan adictas”, expresó el profesor de genética molecular y microbiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke, Jen-Tsan Ashley Chi.
Debido a que entre el 10 y 20 porciento de los casos de cáncer de mama son identificados como triple negativo, este descubrimiento es de trascendental importancia para la ciencia y la salud, ya que de acuerdo con el experto Jen-Tsan Ashley Chi, “las células de cáncer de mama triple negativo demostraron ser muy sensibles a la cistina. Eliminando ésta, se mueren rápido”.