En un suburbio en Praga, capital de República Checa, descubrieron el cuerpo de un hombre de la Edad del Cobre, que fue enterrado de una forma reservada solamente para las mujeres de la época.
El esqueleto – del hombre que vivió en el 2,900 o 2,500 antes de Cristo, en la cultura de la cerámica – tenía la cabeza apuntando hacia el este, y estaba rodeado de artefactos de cocina. Nunca antes se había visto algo así en una tumba masculina.
La coordinadora de la excavación en la que se descubrieron los restos, Kamila Remisova Venisova, dijo al periódico británico ‘The Telegraph’ que es poco probable que se trate de un error, ya que las personas de esa época se tomaban muy en serio los rituales funerarios.
“Lo más probable es que se tratara de un hombre con una orientación sexual diferente, un homosexual o un transexual“, comunicó al diario.
En la cultura de la cerámica, que duró desde la Edad de Piedra hasta la Edad de Bronce, los cuerpos se colocaban en sus tumbas en posición de cuclillas. La diferencia entre los sexos estaba en la orientación del cuerpo. Las mujeres eran colocadas en su lado izquierdo con la cabeza apuntando hacia el este. Los hombres, por el contrario, eran enterrados hacia el lado derecho con la cabeza apuntando hacia el oeste.
Fuente: El Mundo