Después de 25 años de convivir en la sala de su casa, un matrimonio descubrió que debajo, a 10 metros de profundidad, hay un pozo construido en la Edad Media en el siglo XVI.
Hace casi 30 años, Colin Steer, el esposo, estaba realizando algunas reparaciones en la pieza cuando notó que en el piso de la sala había una ligera depresión que, sin embargo, apuntaba directamente a los cimientos de la casa. Todo este tiempo el hombre estuvo excavando, aunque se detuvo cuando llevaba 5 metros de profundidad.
“Siempre quise escarbar y ver si podría encontrar una olla de oro al fondo, así que cuando me retiré el año pasado, lo empecé a hacer”, declaró.
Steer no encontró tal tesoro, pero sí una vieja espada, probablemente “un arma de combate un viejo campesino”.