La agencia calificadora señaló que si bien cambió la perspectiva de México, de estable a negativa, mantuvo la calificación en A3 gracias a la sólida posición fiscal que dejó el gobierno anterior.
Moody’s Investors Service, señaló que hay que ponderar las afectaciones por la falta de claridad en las políticas públicas actuales, cómo afecta los fundamentales macrofiscales.
Indicó que la evaluación reciente, para México, consideró los factores económicos, fortaleza económica e institucional, calidad de las instituciones y fortaleza fiscal. En ese contexto, la posición fiscal que se alcanzó en el sexenio de Peña Nieto ayudó de forma considerable a no bajar, aún, más la calificación.
“Parte de esto tiene que ver con el muy buen y sólido punto de partida con el que arrancó el gobierno, tenemos una posición fiscal bastante sólida que dejó el gobierno anterior”, dijo Jaime Reusche, analista soberano de México en Moody’s.
“Lo que antes era una fortaleza para el país, ahora es una debilidad; esto es, la claridad en la dirección de las políticas públicas, que daba certidumbre”.
Atención con Pemex
Jaime Reusche habló de cómo pueden afectar a las finanzas públicas indicó los apoyos a Petróleos Mexicanos.
“Es probable que la empresa necesite más apoyos del gobierno, dado que los inversionistas no tienen claridad en sí se podrá cumplir con los compromisos, aunado a inversiones como la refinería de Dos Bocas, Tabasco, que son poco rentables”.