El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, encabezó esta tarde la entrega de casas, escuelas, biblioteca, vialidades, servicios públicos y parques de “La Nueva Pintada”.
Ante una comunidad del pueblo enclavado en la zona cafetalera de Atoyac de Alvarez, el mandatario dijo que La Pintada fue el lugar más emblemático de la tragedia provocada por el huracán “Manuel”.
Al pie del cerro que se desgajó la tarde del 16 de septiembre de 2013, y que sepultó casi la totalidad de La Pintada, Peña Nieto se reunió con los pobladores para destacar la entereza del propio pueblo ante la tragedia, las labores de rescate y ayuda que encabezó el Gobierno Federal y recordó que en las tareas de auxilio fallecieron cinco integrantes de la Policía Federal.
El presidente Peña Nieto recordó la desolación que se vivía en La Pintada el 21 de septiembre de 2013, el día que la visitó horas después de registrada la tragedia.
“Muy poca gente estaba en ese momento, trabajamos para buscar a un grupo de vecinos que pudieran acercarse, pudiera yo dialogar con ellos; otra buena parte de la comunidad había sido evacuada de este lugar, se había llevado algún albergue, precisamente para tenerla en algún lugar seguro”.
Detalló que en el proceso de reconstrucción, se enseñaron a los pobladores diversas actividades, las cuales fueron la base de los nuevos negocios que ahora existen en La Nueva Pintada, entre ellos, tortillería, carpintería, vidriería y otras.
El titular de SEDATU, Jorge Carlos Ramírez Marín, indicó que fueron estabilizado los cerros, que se encuentran en el lugar y los cerros en el poblado El Paraiso. Indicó que no cuenta con servicios telefónico, pero colocaron un sistema de internet por lo que ahora la comunicación es por whatapp.
En total fueron 210 viviendas, de las cuales se entregaron 125 pintadas de intensos colores. La SEDATU precisó que las casas son de 80 metros cuadrados, tienen tres recámaras, sala comedor, baño, patio con lavadero y tinaco.
La Nueva Pintada, que se reconstruyó en el mismo lugar, también cuenta con servicios públicos, vialidades, el parque de Los Naranjos donde están los nombres de las víctimas, escuela con biblioteca, áreas verdes y recreativa, además de una piscina municipal.
