Esta semana ha sido, posiblemente, la más agitada desde que comenzó la campaña para elegir gobernador. El martes 8 de junio, el debate entre Eruviel Ávila, Alejandro Encinas y Luis Felipe Bravo Mena acaparó los medios nacionales y locales (por muy diversas razones).
Durante varios días, las “chapitas de Eruviel” fueron el tema de conversación en medios electrónicos y en redes sociales.
Pero, lejos de afectarlo negativamente, el debate y sus secuelas llevaron a Eruviel a estar en el punto más alto de las preferencias desde el 16 de mayo, primer día de campaña para gobernador del Estado de México. En la encuesta diaria de Milenio-GCE, Eruviel tiene 54% de las preferencias de voto en el Estado de México.
En contraste, Luis Felipe Bravo Mena obtuvo, en la misma encuesta, el porcentaje más bajo desde que comenzó la campaña: 12.6%. A pesar de los esfuerzos del panismo nacional de relanzar su campaña desde el domingo pasado, Bravo Mena no solo no ha repuntado, sino que ha perdido fuerza.
Encinas es el que se mantiene con poco menos del 20%; otra candidatura que no logra repuntar, a pesar de los enormes esfuerzos que está haciendo el candidato.
A 20 días de que los mexiquenses elijan gobernador, la tendencia parece irreversible. ¿Habrá algo que puedan hacer Bravo Mena o Encinas para evitar el triunfo de Eruviel? A estas alturas, parece que no.
