Aryanna Gourdin comenzó a cazar cuando tenía 7 años; su padre le enseñó.
Hace poco tuvo su “viaje de caza de ensueño”, voló a África con su papá y ambos mataron a una jirafa y una cebra.
Las fotografías, en las que la chica de 12 años posa con los cadáveres de sus presas, enfurecieron a los amantes de los animales en todo el mundo.
Sin embargo, la joven de Utah aseguró en una entrevista reciente que no dejará de practicar su deporte favorito, a pesar de las críticas que ha recibido por redes sociales.