Hasta ahora ninguna otra ha pasado tan cerca de la Tierra como la estrella en cuestión, llamada Scholz, enana y roja, que navegó a través de los confines del Sistema Solar, por una región conocida como Nube Oort, de acuerdo con los científicos.
Pero Scholz “no estaba sola” en su recorrido, iba acompañada por otro objeto, una estrella un poco más pequeña color marrón, precisan los investigadores al dar cuenta del hallazgo de sus observaciones publicadas en la revista especializada Astrophysical Journal Letters.
Los astrónomos, encabezados por Eric Mamajek, de la Universidad de Rochester, Nueva York, explican en el documento que se trata de estrellas fallidas que carecen de los medios necesarios para fusionarse.
Según sus observaciones y cálculos, el recorrido de la estrella ocurrió hace 70 mil años a una distancia de 0.8 años luz del Sol, “muy muy cerca” si se compara con la vecina estelar Proxima Centauri que se encuentra a 4.2 años luz.