Estrellas superveloces vagan por el espacio

Es una velocidad 100.000 veces superior a la del tren más rápido.

Y 100.000 veces mayor que el del cohete más veloz que se haya lanzado al espacio jamás. A esa velocidad una estrella puede dar unas cuantas vueltas alrededor de la Tierra en el tiempo en el que te pones los calcetines.

Algunos astrofísicos han sugerido que, en principio, estos astros podrían desplazarse a una velocidad mayor, incluso más rápido que la luz. Además, de acuerdo a un análisis basado en los datos recopilados por el telescopio Kepler de la NASA, las estrellas podrían hasta albergar planetas.

Y esto dio lugar a especular sobre que podrían servir de transporte intergaláctico para vida extraterrestre. Eso sí, lo que no tiene nada de especulativo es el hecho de que las estrellas trascenden los límites de la Vía Láctea.

Sin embargo, estas estrellas hiperveloces, tal como se las conoce, eran desconocidas hasta hace 10 años. A día de hoy los astrónomos identificaron, como mucho, a dos decenas de estrellas que salieron de nuestra galaxia; pero siguen buscando.

Las hiperveloces son un puñado de estrellas que giran alrededor de enormes agujeros negros en el centro de la galaxia.

La más rápida alcanza una velocidad de 12.000 kilómetros por segundo.

Pero el agujero negro pesa como cuatro millones de soles, por lo que esa velocidad no es suficiente para escapar de su campo gravitatorio.

Aun así, en algún momento consiguen vencerlo y salir de la galaxia.

En 1988 el astrofísico Jack Hill, del Laboratorio Nacional Los Álamos de Estados Unidos, describió un hipotético encuentro entre un enorme agujero negro y un sistema binario de estrellas; esto es, dos estrellas que orbitaban una alrededor de la otra.

El experto se dio cuenta que cuando las estrellas se acercaban demasiado la una a la otra, una de ellas salía disparada a una velocidad de miles de kilómetros por hora.

Y que el agujero negro mantenía a la otra orbitando a una distancia relativamente corta.

Así que llamó a la estrella “exiliada”, estrella hiperveloz.

Pero a pesar de sus argumentos, durante años nadie le prestó demasiada atención a la idea. Después de todo, nadie había visto nunca a una estrella escapar de la galaxia.

Más de dos décadas después, un astrónomo llamado Warren Brown investigaba un tipo específico de estrella, brillante y azul, en la Vía Láctea. Su plan era seguir sus movimientos y medir la influencia gravitacional de la galaxia sobre ellas para poder medir la masa de la Vía Láctea.

Pero en vez de eso descubrió que ese tipo de estrella en particular se movía muy rápido.

Y es que se alejaba de la galaxia a una velocidad de 853 kilómetros por segundo, a más de tres millones de kilómetros por hora.

 

 

 

Fuente: BBC Mundo