La circuncisión se ha practicado durante miles de años y está arraigada en cuestiones religiosas, actualmente existe un debate entre si es mejor realizarla para evitar varios tipos de enfermedades e infecciones o conservarla debido a tradición familiar y cuestión física sensorial.
Investigaciones han descubierto que realizar la circuncisión altera el microbioma del pene, lo cual explica por qué el procedimiento ofrece protección contra las infecciones virales, según un estudio de la revista mBio.
Los estudios dieron como resultado los tipos de bacterias que viven bajo el prepucio antes y después de la operación, un año después de que se realiza el procedimiento la carga total de bacterias en el área disminuye significativamente y la prevalencia de bacterias anaeróbicas, mientras que las bacterias aeróbicas aumentan levemente.
También se confirmó que la circuncisión reduce en los hombres del 50 al 60 por ciento el riesgo de infección con el virus del VIH, herpes tipo 2 y el virus del papiloma humano.
Los investigadores usaron muestras de un extenso examen de circuncisión de hombres adultos en Uganda.
En agosto de 2012, la Academia Estadounidense de Pediatría declaró que “los beneficios para la salud (de la circuncisión) son suficientes para justificar el acceso a este procedimiento para las familias que lo eligen”, pero “no son lo suficientemente grandes como para recomendar la circuncisión rutinaria para todos los varones recién nacidos”.