Mauricio Ossola, en 2015, con 23 años se casó con su tía abuela de 91 años, y en abril de 2015 enviudó, con esto comenzó la batalla legal para que le den la pensión que su exesposa recibía al ser una docente jubilada.
Ante la exigencia de Mauricio para recibir el pago, la Administración Nacional de Seguridad Social puso en duda la legitimidad del matrimonio y se negó a dar la pensión. Según las declaraciones del joven, se casaron en una ceremonia civil discreta y accedió al matrimonio porque fue su última voluntad.
Las autoridades investigaron y los vecinos de la pareja confirmaron que no tenían conocimiento sobre el matrimonio, por lo que rechazaron la petición del joven. Ante esto, Ossola amenazó con llegar a la Corte Suprema y apelará para recibir la pensión.