¿Existe la homosexualidad en los animales?

Durante la temporada de apareamiento, la competencia entre los macacos japoneses por las hembras es dura. No sólo compiten con otros machos: también las hembras son sus contendientes.

Pese a que se habían observado conductas homosexuales por décadas, se las consideraba una anomalía.

Este comportamiento está ampliamente documentado, en opinión de Paul Vasey, investigador de la Universidad de Lethbridge, en Canadá, sólo algunas especies lo hacen habitualmente.

Para muchos, esta afirmación no sorprende: en apariencia, el comportamiento homosexual en los animales no parece una buena idea.

La teoría de la evolución por selección natural de Darwin implica que los genes deben transmitirse a la siguiente generación para no desaparecer.

Cualquier gen que haga que un animal sea más proclive a relacionarse sexualmente con otro del mismo sexo tendrá menos posibilidades de pasar a la próxima generación, en comparación con los que favorecen la heterosexualidad.

Así, la homosexualidad desaparecería rápidamente.

Pero, evidentemente, esto no es lo que ocurre. Para muchos animales, el comportamiento homosexual es algo normal.