¿Existe la incompatibilidad sexual? 5 soluciones

La sexóloga Miren Larrazábal, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología , asegura que podemos ser incompatibles sexualmente y que en nuestra relación sexual pueden faltar elementos esenciales que hacen de la intimidad  un espacio de placer.

Por otra parte, las disfunciones sexuales son problemas relativamente frecuentes entre la población tanto masculina, como femenina; y pueden presentarse tanto en jóvenes como mayores.

Lo que ocurre es que no se interpreta igual tener un problema sexual, que sufrir cualquier otro tipo de problema de salud que no implique un estigma para el paciente, o se sienta avergonzado de confesarlo.

Sin embargo, los problemas de erección, la falta de placer y orgasmo, el dolor en la penetración, la eyaculación prematura, suelen ir acompañados de silencio, miedo, incomunicación, vergüenza.

Cuando sufrimos de algún problema sexual los seres humanos sentimos que nuestra autoestima se tambalea y nos asaltan dudas.

¿Cómo solucionar los problemas sexuales?

Lo que ayuda mucho a resolver los problemas sexuales es tener una información sexual adecuadas.

Evitar hablar con nuestra pareja sobre las dificultades sexuales por las que atravesamos, negar nuestra responsabilidad en los problemas, echar la culpa de lo que ocurre al otro u otra, quejarse sin buscar la solución de una forma activa, el negativismo como postura ante las adversidades, la falta de colaboración y motivación en buscar soluciones. Todos estos comportamientos y actitudes contribuyen a empeorar nuestras dificultades sexuales en pareja.

Acciones:

1. Hablar sobre las dificultades sexuales, sin buscar culpables, asumiendo que la responsabilidad de la falta de compatibilidad sexual es de ambos miembros de la pareja.La comunicación positiva entre la pareja es la que busca soluciones y no culpables.

2. Dedicar tiempo a la sexualidad y disfrutar del juego erótico.

3. Ampliar el repertorio de actividades sexuales no coitales.

4. Explorar el cuerpo de tu pareja: date el placer de disfrutar del conocimiento erótico de tu amante.

5. Disfrutar de un buen sexo requiere explorar y practicar. Detenerse en el disfrute de las sensaciones, de las caricias, porque las prisas no son aconsejables.

Pon en práctica la regla número uno de la sexualidad compartida: ¡Dar y recibir placer! Comunica tus deseos, comparte  tus fantasías, comunícate con tu pareja. La sexualidad es un intercambio; el buen sexo es el que pactan los amantes.