La noche de este lunes un tren de carga que transportaba más de 100 vagones cisterna con petróleo, descarriló en una tormenta de nieve, arrojando al menos un vagón a un río y provocando una bola de fuego que ascendió en el aire como el hongo de una bomba atómica.
Durante casi nueve horas se desató el infierno en Virginia Occidental; cientos de familias de dos pueblos vecinos fueron evacuadas. Parte del convoy impactó contra una casa.
Se cerraron dos plantas de tratamiento de aguas por el peligro de vertidos de petróleo en el río. Los equipos de bomberos decidieron dejar que las cisternas se consumieran, indicó un portavoz de la división de seguridad pública estatal, Lawrence Messina.
Los vagones cisternas se llenaron de crudo Bakken en Dakota del Norte y se dirigían a Yorktown, Virginia, señaló la oficina del gobernador, Earl Ray Tomblin, que declaró el estado de emergencia.