Una bomba acabó con la vida de 70 personas y 112 han resultado heridas al detonarse enfrente de la sala de urgencias del hospital civil de Quetta.
Ahí se encontraban reunidos más de 200 abogados por el velorio del presidente de la Asociación de Abogados de Baluchistan, Bilal Anwar Kasi, quien fue asesinado horas antes a balazos.
La facción talibán Jamaat-ul-Ahrar se ha responsabilizado de la explosión en el hospital y ha amenazado con más ataques si no se impone un sistema islámico en Pakistán.
Mientras tanto, el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, condenó el ataque y ordenó aumentar las fuerzas de seguridad.
Éste es el segundo atentado más letal que ha sufrido Pakistán este año, después del ataque suicida en un parque de Lahore, que dejó 75 muertos a finales de marzo.
Con información de El Mundo.