Recientemente se dio a conocer el fallecimiento de uno de los fundadores de Microsoft, Paul Allen. Y aunque llevaba varios años alejado de la empresa que cofundó junto con su amigo Bill Gates, su papel dentro de la compañía seguía siendo muy importante.
Sin embargo, desde hace unas semanas se sabía que Allen estaba en medio de un tratamiento contra su linfoma no Hodgkin, un tipo de cáncer que ataca a los glóbulos blancos de la sangre, que padecía desde hace décadas.
Finalmente, la hermana de Paul, Jody Allen, reveló la noticia a través de un comunicado en nombre de toda su familia:
“Mi hermano era un individuo notable en todos los niveles. Si bien, la mayoría conocía a Paul Allen como tecnólogo y filántropo, para nosotros era un hermano y un tío muy querido y un amigo excepcional. La familia y los amigos de Paul fueron bendecidos al experimentar su ingenio, calidez, generosidad y profunda preocupación. Pese a todo lo apretado de su agenda, siempre había tiempo para sus familiares y amigos. En este momento de pérdida y dolor para nosotros, y para muchos otros, estamos profundamente agradecidos por el cuidado y la preocupación que demostró todos los días “.