Héctor Alejandro asistió el miércoles de la semana pasada a la escuela, como habitualmente, en el turno vespertino de la Secundaria General número 7, en Ciudad Victoria, Tamaulipas.
Esa tarde cuatro compañeros lo molestaron durante la última clase, sin que fuera auxiliado. La versión de la mamá y de sus familiares es que los compañeros mecieron a Héctor, sosteniéndolo de sus pies y manos, para luego aventarlo, en un juego agresivo que llaman “columpio”.
En la segunda caída se golpeó la cabeza contra la pared, lo que le provocó un traumatismo craneoencefálico grave. Héctor falleció este martes a las 5:20 horas.
El niño, quien tenía 12 años de edad, estaba internado en el Hospital Infantil de esta ciudad, donde durante varios días los médicos hicieron todo lo posible por salvarle la vida.
Sus padres, Rebeca y Francisco, habían explicado el lunes en diversas entrevistas que el niño tenía muerte cerebral, pero que todos esperaban que ocurriera un milagro.
“A mi hijo se le formó un coágulo en el cerebro, resultó con traumatismo craneoencefálico grave. Ni la maestra ni los directivos actuaron correctamente”, agregó la madre de Héctor.
Cuando la hermana del niño, Ema Rocío, fue por él a la escuela la subdirectora le dijo solamente que su hermano había sufrido un accidente, y un prefecto fue quien los llevó a su casa.
El niño aún pudo comentarle a su mamá lo que había sucedido, “me dijo que lo habían lastimado cuatro compañeros y que la maestra se había dado cuenta”, dijo la afligida mamá. Mencionó que la maestra sólo les había dicho que se calmaran.
Los padres de Héctor coinciden que la gravedad del niño fue por el tiempo que se perdió sin recibir atención médica. Nadie se movilizó a tiempo en la escuela secundaria para llevarlo a recibir atención en un hospital.
La familia en primera instancia llevó a Alejandro al IMSS y ante la gravedad de su lesión fue trasladado para su atención médica al Hospital Infantil.
El lunes, Francisco Javier, papá de Héctor, reveló que su hijo tenía muerte cerebral, “su corazón late a puro medicamento, él va a seguir conectado, pero sinceramente tenemos que ver la realidad, mi hijo está muerto”, expresó llorando.
Al respecto, los directivos de la secundaria y de la supervisión escolar aseguraron a los familiares de Héctor que sí actuaron mediante los protocolos adecuados, pero que la hermana del alumno decidió llevárselo a su casa.
