La Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados es la encargada de organizar el proceso de selección de los Consejeros del IFE; específicamente, el presidente de la Junta, cargo que hasta hace pocos meses ocupaba Josefina Vázquez Mota.
Durante más de un año, la panista desdeñó esta responsabilidad, aun cuando había vencido el plazo establecido por la ley.
Sin embargo, apenas pidió licencia Vázquez Mota, las negociaciones entre las distintas fuerzas políticas avanzaron para que fuera posible lograr un consenso que permitiera llenar los 3 espacios vacantes en el IFE, incompleto después de haber comenzado el proceso electoral 2012.
Bastaron unos días para que la nueva Junta de Coordinación Política iniciara las negociaciones entre los partidos y se eligieran, por unanimidad, los 3 consejeros faltantes: María Marván, Sergio García Ramírez y Lorenzo Córdova.
En el pleno de la Cámara se aprobaron los nombramientos con 385 votos a favor y 7 abstenciones, 6 de ellas de diputados del Partido del Trabajo, y la restante de la diputada perredista Enoé Uranga.
La rapidez con la que se logró el acuerdo, y el consenso en que los 3 nuevos consejeros son excelentes perfiles para el puesto, hacen pensar que lo que le faltó a Vázquez Mota para impulsar el nombramiento de consejeros fue voluntad política, nada más.
Es de suponer que esto se le dificultó, pues mientras fue diputada estuvo más tiempo viajando por la República para promover su candidatura presidencial, que dentro de las instalaciones de San Lázaro.
