El FBI detuvo en Santa Mónica, California, a James “Whitey” Bulger, de 81 años, uno de los máximos prófugos de la justicia de Estados Unidos, inspiración del personaje que interpretó Jack Nicholson en la película de Martin Scorsese ‘Los Infiltrados’.
Para los que vimos la película, muy pocos olvidaremos las escenas del mafioso interpretado por Nicholson. Sin embargo, el final, donde muere el delincuente, está muy alejado de la realidad. El verdadero criminal era prófugo de la justicia. Huyó desde 1995 antes de que la policía lo capturara. Desde 1999 figuró como uno de los fugitivos más buscados.
Bulger fue jefe de la banda Winter Hill, de Boston. Es acusado por tráfico de drogas, extorsión, lavado de dinero, y 19 homicidios. Fue prófugo por 16 años. Además, su caso fue muy criticado al conocerse que fue informante del FBI, razón por la que quizá pudo escapar.
El FBI utilizó los medios de comunicación para anunciar la búsqueda del sujeto, así como de su pareja Catherine Grieg, con quien fue encontrado. De hecho, esta última fue fundamental para localizar el paradero del delincuente. La policía presentó un video de 30 segundos donde se daban señas específicas de la mujer de 60 años, aficionada a las cirugías, a los perros y su concurrencia a salones de belleza. Además destacaron que laboraba como higienista dental.
El gobierno de Estados Unidos ofreció 2 millones de dólares por proporcionar información para la captura del Bulger, y 100 mil por sólo agregar información verídica a la investigación. Después de esto recibieron 350 referencias en 14 ciudades, lo que facilitó la captura.
Las últimas pistas antes de su arresto indicaban que había estado en Londres en 2002, y que también viajaba mucho entre América y Europa.
Fuente: El País
