Felix Baumgartner rompe barrera del sonido

Protegido por un traje de astronauta, Felix Baumgartner, se lanzó desde una cápsula a 39 mil metros de altura, en el mayor salto al vacío jamás dado por el hombre,  luego de más de dos horas y media de ascenso y se convirtió en el primer hombre en romper la barrera del sonido sin ayuda mecánica. También consiguió los récords de salto más alto y a mayor velocidad 

Su traje está equipado con todos los instrumentos necesarios para obtener datos que confirmen que la prueba ha tenido éxito. Los datos serán comprobados después por un grupo de especialistas de la Federación Aeronáutica Internacional.

¿Qué significa “romper” la barrera del sonido?

Significa superar la velocidad a la que las ondas sonoras se desplazan por el aire. Esa velocidad es de unos 343 metros por segundo (1.284,8 km/h) al nivel del mar y a 20 grados centígrados, pero varía con la altitud y con la temperatura. Cuanto más frío es el aire, más despacio viaja el sonido. A 36.576 metros de altitud, la velocidad del sonido ronda los 1.110 km/h. Si los cálculos son correctos y Felix Baumgartner alcanza la altura prevista, tardará menos de 40 segundos en alcanzar esa velocidad después de saltar.

¿Existe realmente una “barrera” del sonido?

No, se trata de una simple expresión, acuñada a mediados del siglo pasado para referirse a la enorme inestabilidad e incluso ruptura del fuselaje de los aviones que se aproximaban a la velocidad del sonido. Hoy se sabe que esa inestabilidad se debe a las ondas de choque que se generan en la “zona ultrasónica”. A veces, algunas de esas ondas de choque colisionan unas con otras creando un fenómeno que es similar a una explosión. Afortunadamente, el impacto de esas ondas es menos intenso a grandes altitudes, debido a la menor densidad del aire. Una vez superada esa “barrera”, el vuelo prosigue sin más turbulencias.