Fernando Romero responde a 10 interrogantes sobre el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México

El arquitecto Fernando Romero, autor del Museo Somaya, la plaza Mariana y el acuario Inbursa en la ciudad de México, entre otras obras, Romero, ahora con su colega británico Norman Foster —premio Pritzker 1999— ganaron el concurso para el diseño del nuevo aeropuerto.

Romero dio una entrevista para El Universal, te dejamos con los aspectos más relevantes sobre su nuevo proyecto el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México:

1. El proyecto del nuevo aeropuerto para el centro del país; se pensó para construirse con pura mano de obra mexicana.

2. La nueva terminal aérea consumirá lo menos posible de energía con ventilación natural, luz natural y contará con paneles solares en los techos.

3. Tendrá una planta de tratamiento para reciclar su agua ante la carencia de infraestructura hidráulica en la zona elegida para la construcción del inmueble.

4. Deberá funcionar bien por 10 años y tendrá la capacidad de absorber el crecimiento de la demanda “en un solo edificio sin trenes”.

5. Se buscó hacer un solo edificio eficiente, sin trenes, cómodo y que funcionara por un periodo de al menos diez años.

6. El edificio será el más sustentable del mundo, es decir, que sea realmente consciente de los recursos naturales, eficiente en cómo los absorbe y en la respuesta del terreno en cuanto a los hundimientos diferenciales.

7. Tendrá una identidad nacional y que, de alguna manera, te conecte con lo que somos como mexicanos. Estos grandes claros en el espacio central, tener 170 metros entre columnas y una gran monumentalidad en el espacio del centro, es algo que no hay en otro país.

8. Muchos de los aspectos de su arquitectura tienen que ver con conectarnos con el México del pasado, espacios muy generosos, muy amplios, que de alguna manera es lo que tenemos en la arquitectura desde las pirámides hasta la arquitectura colonial, el Zócalo hasta la modernidad del Museo de Antropología.

9. Sobre el hundimiento de la tierra Foster comentó, “la condición de ese subsuelo desde el día uno fue una condición fundamental para pensar y diseñar esta solución así, porque es un subsuelo donde antiguamente existía el lago de Texcoco. El agua ya no está ahí, se ha ido secando, sin embargo, hay mucha presencia todavía de agua en distintos momentos del año, y el subsuelo tiene suelo duro a 70 metros; sabemos de los retos técnicos, sabemos que están los estudios en proceso y después de haber ganado el concurso, lo que viene ahora es integrar la experiencia de la ingeniería mexicana con los estudios que se han hecho del terreno para evolucionar en una solución integral donde el conocimiento del subsuelo además del conocimiento técnico, define a más detalle la estructura actual.

10. Sobre el uso de la energía dijo, ” son dos aspectos, por un lado consumir lo menos posible con ventilación natural, luz natural, menos luz prendida, etcétera, pero por otro lado, está el aspecto de cómo poder generar energía propia; entonces, vamos a tener en el techo muchos paneles solares. Básicamente se trata de que el edificio tenga poca masa que se calienta, es decir, 70% de materiales reflejantes, menos uso de aire acondicionado, ventilaciones naturales en las condiciones donde es posible y tener mucha luz natural y muchos paneles que generen energía del sol y dejan pasar la luz de manera translúcida en esta membrana inteligente”

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