Fidelidad?… Don’t cockblock a los demás!

Y tú, ¿tienes noviou?

La gringa parece enojada conmigo y a boca de jarro me interroga.
Esta diente perfecto es novia del amigo de mi acompañante a la fiesta, y la Blondie está molesta porque el Piolín me invitó a la comida y dejó en su casa a su noviecita santa. Al parecer la güera es amiga de la novia oficial del Piolín y busca a toda costa espantarle a las mujeres que se le acercan.

Aunque la Miss Arizona ha tratado directamente de bloquearle sus citas, el Piolín siempre la batea. “¡You cockblock me, Shana!”, le grita mi amigo. La gringa se enoja y como no puede con él decide molestarme a mí.

En la comida se encuentra otra pareja hippie encantadora, ellos alzan las cejas y me voltean a ver divertidos para disfrutar cómo salgo del paso.

Ante la pregunta inquisidora de la rubia, yo le respondo que tengo novio, ex novio y exmarido e hijo y ¿que por qué pregunta?

Entonces Blondie empieza una perorata de que no entiende a los hombres mexicanos, porque apenas conocen una chica e inmediatamente dicen que es su novia, que todos tienen novia pero todos son infieles.

Yo sí me río de su discurso y quiero ver en dónde termina y, para eso, le doy el avión.

Una vez más Shana arremete contra mi amigo: ¿Y tú Piolín cómou es que vas a mi fiesta y quieres ligarte a mis amigas… si tienes novia? El amigo de Piolín: El Mueble no dice nada ante la inquisición de su linda noviau (cuando veas las barbas de tu vecino cortar…). El Piolín es inofensivo (perro que ladra no muerde), pero con unos vodkas le sale lo galán.
Este show me divierte porque me acuerdo de mis primeros años en pareja, cuando celaba a mi ex marido como si fuera la reencarnación de Jim Morrison.

Los celos y el miedo a la infidelidad te desquician en ciertas etapas de la relación porque temes de todas las mujeres que rondan a tu carne, y te obsesionas en las fiestas tratando de descubrir miradas, roces y otros coqueteos.
Después de varios años de estar en pareja, a veces hasta prefieres que el otro tenga una aventurilla para relajar la presión. ¡Ah que pinche genio se cargan algunos hombres!

La fidelidad y también la infidelidad es cosa de dos. Pero aplica también para con uno mismo, osease… ¿qué le importa a los demás?
Pensé ¿y en qué le afecta a Miss Arizona la fidelidad del Piolín, la mía o la de los mexicanos? Rápidamente encontré la respuesta: lo que realmente quería decir es que tenía miedo de que eso le pasara a ella. Imaginar la infidelidad de El Mueble la enloquecía.
“Siempre vemos desde nuestra óptica y nuestros miedos las relaciones de los demás, opinamos de la vida de todos e intercedemos y criticamos sin saber qué pasa en esa pareja.”

Anexo a esta nota una invitación a que cada quien cuide a su mueble y no esté chingando al personal sobre su fidelidad o infidelidad. Don’t cockblock a los demás!

Si alguien es infiel es porque no encuentra en su pareja lo que necesita: buscarlo y dárselo es cuestión de fidelidad a uno mismo.
La pareja puede sobrevivir aún con la infidelidad porque son otros roles los que los unen u otras alianzas. Darse una escapada o por lo menos un coqueteo es sano para liberar la tensión.

Y tú ¿a quién le eres fiel? ¿a ti o a los demás?