Rodrigo Duterte, presidente de filipinas, anunció este jueves desde la ciudad de Pekín en un acto inesperado, que su nación se “separará” de Estados Unidos, uno de sus principales aliados en el comercio internacional.
“Anuncio mi separación de Estados Unidos”, aseguró Duterte en una junta con empresarios locales, horas antes de reunirse con el presidente Xi Jinping.
Acompañado por una delegación de más de 400 miembros en su visita oficial en China, el controversial presidente filipino quiere descongelar relaciones con el gigante asiático, que e dañaron por la disputa de algunos territorios en el mar de China.
Duterte calificó este encuentro como histórico cuando se reunió con el presidente chino, y expresó su deseo de detener la discusión territorial entre ambos países, lo que fue aplaudido por el público anfitrión.
De esta forma, parece que el mandatario filipino pone fin a una larga y tensa relación entre Manila y el país del que se independizaron en 1946. El mismo Duterte había declarado el miércoles que Filipinas había sacado muy poco provecho de la relación con Washington.
“Se quedaron en mi país por su propio interés (y) ha llegado la hora de decir adiós, amigos”, declaró en su discurso.
Horas después de estos comentarios, un funcionario estadounidense comentó a la agencia AFP que hasta el momento no han recibido ningún documento de Filipinas que oficialice lo anterior. “No hemos recibimos aún un pedido por los canales oficiales que apunte a modificar nuestra asistencia o nuestra cooperación”.