Después de prohibir la realización de bolsas de plástico el pasado mes de julio, Francia se ha convertido en el primer país en restringir el uso de vasos, cubiertos y platos de plástico. La nueva medida, que entró en vigor en agosto, dará a los productores hasta el año 2020 para asegurarse de que todos los platos vendidos en Francia provengan de fuentes biológicas y puedan ser utilizados en la realización de composta.
La medida llega después que París fue sede de una importante conferencia el mes pasado sobre el cambio climático.
Mientras las organizaciones ecologistas aplaudieron la ley francesa y esperan que sea ejemplo para otras naciones, otros argumentan que afectará a los consumidores y que viola las normas de la Unión Europea del libre movimiento de los bienes.
La prohibición fue propuesta por el Partido Europa Ecología Los Verdes y fue adoptado por legisladores franceses con el objetivo de reducir el consumo de energía y desperdicio de la industria procesadora de plástico, además de la contaminación causada por los plásticos desechados.
Los ecologistas querían que la medida entrara en vigor en 2017, pero se pospuso hasta 2020 porque la ministra del medioambiente Segolene Royal se oponía en un principio a la medida al considerarla “antisocial”. Ella argumentó que las familias con menos recursos económicos usan frecuentemente los utensilios de plástico.